La señorita Edilma
La señorita Edilma; no fue precisamente mi maestra;
pero si fue la que me inicio en el mundo de la escritura,
por decirlo de alguna manera; por cuanto aún antes, muchísimo
antes de entrar siquiera a una escuela o quinde, fue
ella, quien me enseñó a escribir y a cogerle gusto a las
palabras, a hacer esta caligrafía que ahora tengo, fue
ella, quien me enseñó a escribir, lo recuerdo muy bien;
cuando con el más profundo afecto y
amor, llevaba mi mano, para que se
deslizara por estas hojas en blanco.
Fue mi primera maestra y siempre la recordaré con
un profundo amor. A ella, creo, que la habían
contratado para darles clases a mis hermanos mayores, no
sé bien, pero terminó enseñándome a mí también.
Fue la novia de mi hermano Darío y de
algún modo u otro fui cómplice de
esos amores; ellos solían caminar en la noche,
no sé bien; creo, que la acompañaba de regreso
al pueblo y se iban de la mano o de
gancho, conversado o besándose y a mí, la señorita Edilma
me llevaba de la otra mano. Yo era una cría muy
pequeñita todavía.
Ella fue la maestra soñada, por suerte la
conocí en esos primeros estadios de la vida.
Narraciones Beatriz Elena Morales
Estrada @ Colprinth
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