Título: La Mamá
Género: Novela
Característica: Realista
Nota: Cualquier suceso parecido a la
realidad, es solo mera coincidencia.
Parte 1
Título: La Mamá
Género: Novela
Característica: Realista
Nota: Cualquier suceso parecido a la
realidad, es solo mera coincidencia.
Parte 1
El Orbtab
Y sucedió que hace tiempo, existió un
lugar llamado el Orbtab, que queda en las afueras de Oriusucio, más allá de un
lugar llamado la ceiba en la orilla de la carretera, que es vía para Bogotá,
Pereira, etcétera ; todavía se llama así, pero en ese entonces, era un
restaurante, y llegaban allí muchos viajeros, gentes de la capital y de todas
partes del país y camioneros y toda clase de personas, que se detenían a comer
y a descansar y dicen que mi madre, tenía varias mujeres que le ayudaban en la
cocina y a atender a los viajeros y hacer los menesteres necesarios y tenía
unos hijos adolescentes y cuentan que ellos, incluido, el papá Oyacot ; tenían
amores con las trabajadoras, que también eran mujeres jóvenes y que se la
pasaban haciendo el amor en las bancas de afuera , en el patio, adentro de la
casa, en fin; hasta en los potreros.
En realidad no recuerdo nada de esas
cosas, mis recuerdos, los que tengo presentes, están relacionados con lo
siguiente; dentro del restaurante, había una ventana y desde adentro mi hermano
Oirad atendía a los clientes y él me tenía cargada, siempre, fue un hombre
bastante respetuoso; lo recuerdo mucho, porque siempre estaba conmigo y un
hombre de tez morena llegó y le pidió algo así; como una gaseosa, es lo que creo,
yo estaba de brazos, pero ese recuerdo quedó en mi memoria. Y entonces me
colocó sobre el mostrador o mesón para traerle el pedido y el tipo aprovechó
ese momento, para meter sus asquerosas manotas por la ventanita del mostrador y
tocar mi parte interior, por entre los calzoncitos o pañal; recuerdo que cuando
él regreso, me encontró llorando, pero no hablaba, así que no pude decirle nada
y dijo ¿Pero qué le paso y me cargo y acarició? Y el tipo ese, rio burlón y se
fue con el pedido a sentarse a una mesa.
Oirad fue, uno de esos hermanos, que son
queridos, cariñosos y buenos. Fue en esa casa llamada; el Orbtab y que tenía
unas habitaciones, abajo en el sótano , que eran oscuras y a veces cuando
estaba en una cama o cuna; no sé, no lo sé , solo sé que me veía acostada y
completamente sola, veía a todo el frente de mis ojos; como unas bolitas o
esferas de cristal, de diferentes colores que iban y venían, moviéndose en
forma de circulo, unas veces hacia atrás y hacia adelante, se acercaban y se
alejaban, su único objetivo era entretenerme; en realidad no sé qué eran, pero
me gustaba mucho que jugarán conmigo; lo único que sé, es que las disfrute
mucho, me encantaban.
Si como no, el Orbtab, tenía un enorme
patio al aire libre; allí sucédeme también lo siguiente; lo que recuerdo es a
una niña muy pequeña; que vestía una franelita o un vestidito blanco y estaba
descalza y había otros niños y estaban jugando, en un patio amplio al sol, y en
lo alto unas chambranas rojas o verdes, no lo recuerdo bien; Aunque es posible
ese recuerdo no pertenezca al Orbtab; en todo caso sé, que eran niños
campesinos, mucho más grandes, y entonces algo me fastidiaba y me tocaba,
estaba asustada; pensé que era un gusano algo así .
Uno de los niños o de las niñas, me
dijo, mire lo que usted tiene aquí, y al instante, sacó de mi culito un cabello
largo, que tenía enredado entre las nalgas ; era de mi madre seguramente o de
alguna de las trabajadoras y el niño, ahí mismito gritó ¡Miren! ¡Miren! ¡Miren!
Esta niña, tiene un pelo enredado en el culo y de inmediato, los niños se
pusieron a reír. Mientras yo lloraba o miraba asustada.
Estas cosas transcurrían en el Orbtab en
pleno campo y mi madre decía que ese negocio, eso se lo escuché decir mucho
tiempo después; que era de un hermano de ella, y que Oyacot se lo quedo; y
había una muchacha, que llamaré la Raivele y el esposo de mi madre, que era un
mujeriego tremendo, y que dejo muchos hijos regados con diferentes mujeres,
tenía amores con ella y de hecho, si, fue así, porque mucho después, vivieron
juntos en el pueblo, en Oriusucio y hasta a mí me tocó vivir con ellos un
tiempo; tuvieron hijos; dicen que era muy joven, se conocieron precisamente
trabajándole a mi mama. Ella y su madre eran de allá de la tierra caliente.
Recuerdo que esa casa, tenía un patio
polvoriento, en la parte de abajo, en donde había varias habitaciones y afuera
bancas.
Y una de las cosas que tampoco olvide es
que en esas piezas; una mujer, la verdad que no sé, si era una sirvienta o qué;
sé que era joven de cabello largo, quizá negro y mientras mamá se hallaba
arriba, ocupada, haciendo oficio en la cocina, que era grande yo y mi hermano
Orutrar dormíamos con ella, que nos amamantaba a ambos; de un lado estaba
chupando él y del otro yo.
Me llega también la siguiente escena, de
ese lugar, que ocurrió en la cocina; se trataba de mi hermano Orutrar; el menor
de todos y mayor que yo; que chuzó la nalga de una de las mujeres que trabajaba
allí; si, le chuzó la nalga con un cuchillo de cocina, que era grande; lo
recuerdo bien, estaba lleno de rabia; no sé cuál fuese la razón o el capricho
que no se le quiso o no se le pudo cumplir, pero él estaba chiquito y no sé
cómo hizo eso y a la mujer debió de dolerle bastante; ella estaba cocinando de
espaldas, cuando él se abalanzó por detrás y ahí fue cuando le hizo eso.
Y todo como que se volvió un pandemonio,
creo que mamá le puso vendas o algo así. Oyacob estaba también ahí y varías
mujeres más.
Beatriz Elena Morales Estrada© Copyright
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