viernes, 12 de febrero de 2021

Renuncia



El diario de Alexa

Renuncia

Un día cualquiera

No podré   jamás enderezar está justicia  que vende  su balanza; ni   tendré  entre mis brazos  un hijo, ni escribiré un libro, ni llegare a sembrar un árbol. Seré una gota de agua en el desierto, una  molécula más en el polvo de la humanidad; que los siglos arrastraran  como la cola de un cometa.

¿Quién invento el tiempo  y el  amor,   y de donde nace el  pensamiento?  

¿Cuál es la raíz de la vida   y dónde es que palpita el alma?

Quisiera  acelerar la marcha del tiempo, cual si fuera en mis manos un pequeño reloj, hacer que el sol se anticipe, recorrer de prisa el infinito  y llegar pronto a la sombra,  para que ya todo hubiera concluido. 

De repente me invade un deseo  de renunciar a  todo, quisiera reclinarme en el regazo de mi madre y llorar allí suavemente, como cuando pequeña,  dejar que mis lágrimas  mojen su falda oscura  y sentir sus manos tiernas sobre mi cabeza.

                                                             De M.L. M.E.

Omönima 

BEME

martes, 9 de febrero de 2021

Lunas Doradas

 




   ©Beatriz Elena Morales Estrada. Reseñada y registrada.

 


LUNAS DORADA


Género ciencia ficción

 

Escena  1

Con la cercanía del sol, los pocos humanos que habitaban la superficie terrestre, tuvieron que buscar guaridas, kilómetros debajo de la tierra, evitando a su vez encontrarse de lleno con el fuego sempiterno de su centro y así fueron construyendo ciudades y fueron desarrollando una gran tecnología. Al principio tenían claro que ya esto lo habían hecho en el pasado y por exceso de soberbia habían fracasado, pese al auge tan encendido en el que vivían; tenían oro por montones, aparte que estas gentes habían desarrollado unos poderes tan intensos que con solo mirarse, ya se decían todo, ya sabían que cosas trataban.

Pero dos generaciones olvidaron todo el sufrimiento anterior y cada vez, la codicia se apodera más de ellos; estaban en retroceso hacia milenios atrás.

Sobre todo olvidaron comer bien y sentarse a la mesa a compartir el pan de cada día que les daba gozo y les generaba simplezas. Solían comer y beber solos. Entre más aumentaba su capacidad de tener, más solitarios eran. Pasaba al revés de lo que sucedía en el viejo capitalismo, la gran mayoría perdía su capacidad de comprar, por falta de dinero, como también sus ganas de hacerlo, sus ganas de tener. Las ganancias extras de los súper impuestos, se lo guardaban unos pocos; los pizcos más poderosos del sistema, así podían hacer viajes a las diferentes galaxias, con el oro recaudado y que le robaban al pueblo, a los ciudadanos.

En la antigua tierra, la gran mayoría de habitantes que colmaba las calles y las avenidas, eran pobres y desplazados de los campos. Pero esto, no se daba solo a nivel de una ciudad; sino que prontamente el planeta entero se contaminó, con todas esas gentes deambulando por ahí Esto sucedió en la antigua civilización, poco antes de las grandes explosiones cósmicas. Y los astros colisionaran. Poco antes de que el planeta tierra, entrara en la quinta dimensión.

Peter Steven, miró con avidez el plato de comida que él mismo se había preparado, era un apetitoso guiso de hongos y de caracolas marinas. Las miró  y antes de colocarse un bocado en la boca, se llevó los dedos a la frente y luego los deslizó por su cabello enmarañado; sus papilas se quedaron a la espera del suculento banquete, y es que después de que abandonaron la superficie de la tierra, algunas décadas atrás, aprendieron a sobrevivir con todo lo que encontraban a su paso y luego lograron también decorar y abastecer otros lugares y poco a poco todo, se fue poblando y había tanto de donde extraer oro y piedras preciosas, en fin…

Sus genes habían cambiado, pero alguna memoria guardada en el cerebro le instaba a buscar algo nuevo. Sabia de la antigua tierra, por las cosas que sus padres le habían contado; aparte del libro; cobre sagrado, que yacía guardado a la entrada del antiguo templo de los sabios; de difícil acceso para los jóvenes o el común, solo los más ancianos y de una clase privilegiada, podían leerlo.

Ni siquiera supo cómo sucedió esto, como fue que paso y le llegó esta reflexión hasta el centro de su corazón y bajando por su plexo solar ¿Y yo qué hago con todo esto? Se dijo, mirando a su alrededor; se colocó de pie y pensó, tantas cosas que guardo en mi basurero ancestral y después de todo, no tengo con quien compartirlas y habiendo tantas Lilas voladoras por allí. Pero estaban tan ocupadas en guardar y coleccionar cosas y tonterías, que no se ocupaban mucho de muchachos como él.

Sus padres le habían prohibido el ascenso a la superficie; es peligroso, el sol ha descendido tanto que arriba parece una caldera. Ya sabes, te podrías achicharrar hasta el pellejo por allá. Y bajar más abajo, ni hablar, es peligroso está un fuego grande, el más intenso, que existe en el centro de la tierra. Levantó las enmarañadas greñas de las libélulas que le servían de cortinas y las corrió hacia un lado y allí alcanzó a ver a una Lila lémur, que volaba con sus amigas en busca de supercherías ¿Y si me fuera?

Mis padres no tendrían que saberlo; esto ya me aburre; pensó, mientras las libélulas lémur descendían hacia un acantilado cercano al sector 41; ¿El sector 41? Tienen prohibido volar por esos lugares; ya que si lo hacen, los pobladores de ese lugar podrían entrar en amistad con nosotros y los Eskolnors los matarían. Tengo entendido que son seres muy paupérrimos, pensé que eso, solo se vivía en el viejo capitalismo. Nunca los he visto, los Eskolnors aunque no me matarían; si nos tienen prohibido asomar nuestra cabeza por allí; son gente sucia y maloliente, es lo que se nos ha dicho. Sin embargo aquella liliputiense es tan diferente… ¡Um!

¡Ba! No vine al mundo, solo para tener chucherías y un montón de cosas en cadena. Subir a la superficie y ver el sol, no lo conocía pero intuía, que era una bola de fuego, candente y poderosa ¿Y en las noches? ¿Cómo sería eso que llaman estrellas y lunas? ¿Iría? En esos momentos un Eskolnors grande y grueso, llegó hasta su guarida; antes de ese momento todo le había parecido tan natural, verlos llegar a cualquier hora o momento no había significado nada extraño; el Eskolnors adelantó su cuerpo y hecho un vistazo hacia la confortable guarida y descubrió el plato servido; lo miró. Volteo a ver a Peter ¡Anda! ¿Porque no te lo has comido? El joven Lemuriano lo miró como si lo hiciera por primera vez y sintió un frío, que caló sus huesos; miró el cinto que llevaba al haz de las espaldas, era un cinto de cuero hecho del corcel de algún animal deificado, algún mamut prehistórico o algo así: y adentro llevaba el soplador de fuego; que no era otra cosa que la concentración de una masa candente y uniforme de un céntima de polvo nuclear vertido en cantidades Masa, % por ciento concentrada en gas puro y altamente contaminante + hidrocarburo concentrado y ciertas cantidades de uranio 2 0 3 anillos porque al lanzarlos alcanzarían a una persona o a varias según la distancia pertinente; ¡Um! Pero eso se veía que era súper efectivo para matar a más de una persona e incluso podría destruir una ciudad cercana y quien sabe que más contendría esa carga que el Eskolnors llevaba a sus espaldas; ¿Qué miras? Dijo en un tono de poca amabilidad el Eskolnors ¿No entiendo para que andas con eso?

Pero se sintió atemorizado ante la postura dominante del guardián de las entradas de la grietas de la dulzura y del cuartel de allanamiento de guaridas cercanas. El maldito podría descolgarse eso, de la espalda y ya está. Pensó.

 

Eso tenía medidas y botones y bueno el tipo sabía cómo usar eso. No te miro a ti, solo quería invitarte a degustar ¿Gustas? El Eskolnors lo miró con irrelevancia, busco detrás de las cortinas de luciérnagas para ver si veía más Eskolnors y asintió con la cabeza; se sentó detrás de la esfera de vinagres, no sin antes retirar con sumo cuidado el cinto colgante de mamut de sus espaldas. Su traje era como de un militar y calzaba botas altas y el pantalón hecho de cuero delgado de rinoceronte. Comió con avidez ¿Y el tuyo? O yo, ya comí, solo esperaba que llegaras; el Eskolnors lo miró como si no le importara ya, lo que el muchacho decía o hacía. ¿Tienes vino? O sí, sí, tengo del mejor hecho de caña de azúcar traída de un lugar cercano a la superficie y mezclado con mucho zumo de aguardiente, tráelo. Peter obedeció complacido mientras observaba el arma semi-nuclear puesta a un lado del Eskolnors; que fácil cae el pez, por la boca, pensó mientras le entregaba la botella recién sacada del enser de nenúfares que crecían abundantes hacia un lado de las guirnaldas azuleas puestas en un costado del banco de corales.

Bebió con premura, mientras masticaba las caracolas y esto sonaba en un deleite de dientes y papilas, De repente, el hombre eructo ¡Vaya! ¡Vaya! ¿Te gusto el manjar? Dijo Peter; si esto está muy bueno; quiero que cada vez  que vuelva por aquí, me ofrezcas de este vino; en el acuartelamiento, solo nos dejan comer begonias y repollos.

Claro, pero a cambio tú tendrás que darme alguna recompensa ¿No estarás pensando en chantajearme? Y miró furioso al muchacho; mientras que a su vez tocó la palanca de su arma reflector. Peter apretó los dientes anda, dispara ¿Y qué les dirás? Que me mataste aquí, en mi propio refugio ¿Qué pensarán? Cuando encuentren tus huellas en todo mi jardín sagrado. Los Eskolnors son casi  o más  bestiales  que  tú y lo sabes, a una falta tuya,  te colgaran la cabeza del volcán azufrado y te dejarán patas arriba y vivo, para que te descuellen las avestruces gallinazos y aparte, mi muerte provocaría una revuelta entre la población de Lilas sin conciencia y de lobeznos aristocráticos y demás sectores, que descubrirán entonces la gran verdad; que somos vuestros prisioneros.

¡Ya basta! Dijo el Eskolnors cuya estatura de dos metros y medio,  se erguía amenazante ante la de Peter que tenía tan solo un metro, menos dos o tres cuartas partes; ya que no había aún desarrollado su estatura habitual por la falta de sol, ya que esta área está cubierta por una ceniza gris en invierno y en verano, solo un vapor suave irrumpía de las profundidades, adormeciendo los sentidos y aperezando el cuerpo, que en ronquidos se fermentaban; sobre todo en los mayores. ¿Qué y tú cómo has desarrollado tanta estatura? A ya se, a vosotros os obligan a subir por tiempos largos a la superficie ¿Te criaste allá? Para ser un niño, preguntas muchas cosas y sabes demasiadas, sabes que si te denuncio, vendrán más Eskolnors y te romperán hasta el alma.

¡Um! Pero tú no te atreverás, lo sé; eso es, lo que crees niño bellaco y además de bellaco eres muy listo. Lo sé y sabes no lo harás; mis padre tienen influencia en y dentro de la zona roja y porque te gusta alimentar tu cochino pellejo, esto además de que los demás Eskolnors no te tratan bien; bueno, no tratan bien a la soldadesca como tú y eso te revuela.  Eres ambicioso ¿Te gusta el poder? Tú eres el hijo del aristocrático señor Venancio ¿No es cierto? Te aconsejo que no te metas en problemas, eres privilegiado aquí y aunque los comandantes Eskolnors no temen ningún revuelo, por parte de ustedes los aristócratas de la antigua tierra; si consideran que en determinado momento, podrían rebelarse y reclamar el poder y aunque quizá, no favorecieran a los del sector 41 si podrían organizar a los Lémures y a las lilas sin conciencia,  en contra nuestra. Lo sabía, sabía que algo así se camuflaba, bajo toda esta apariencia de suave bienestar; tendrás que contarme acerca de la superficie. El eskolnors   apuró  la botella de vino y susurró bajito, otro día será; descorrió la ventana de nenúfares azules y descubrió a la lo lejos a otros Eskolnors que se aproximaban al sector; Bueno allí vienen más, me voy, te aconsejo que cierres la boca y no la abras. Hasta la vista pequeño lémur joven.

 

Escena 2

 

Ese maloliente olor que deshilacha las narices; dijo la encantadora criatura , que se hallaba reclinada, junto al nenúfar de agua azufrada y vaporosa, que estuvo situado al pie del gran volcán Éufrates; así lo llamaban; ya que esto ocurrió después de que comenzaron los bombardeos entre los hombres de la tierra. Los pueblos se levantaron contra la opresión y sus gobernantes, que cada vez, eran más cruentos  y respondieron con represión y furia; no obstante hubieron de huir, con la cabeza agachada y sin nada en sus alforjas. Fulminante fue para las zonas habitables, dado que la superficie de la tierra, quedó por completo chamuscada. Y abajo en donde estaban ellos conversando, algunos kilometrajes profundos era un lugar en apariencia cálido; pero hacia ebullición de un modo constante. Peter apareció entre los peñascos. La adorable criatura gritó ¡Alerta viene el enemigo!  La Lila joven,  de humildes flores cubierta la cabeza, y unas enaguas de lirios verdes,  pegados a su cuerpo; por el que le sobresalían unas alitas, todavía muy pequeñas,  con las cuales apenas, medio podía volar; no se sorprendió al ver al joven. Tardaste demasiado amigo dijo, y siguió contemplando las plumas azuleas que se reflejaban  junto a las islas de lotos, que se movían entre las lagunas verde cobre; era una extraña tierra burbujeante y en donde sobreabundan yerbas verdes, cobrizas y extrañas. El respondió tuve que arreglármelas con unos Eskolnors; era preciso que no me vieran salir. Es mejor que te cuides, menos mal por acá no vienen ni los de abajo, ni los arriba, ni los de las otras zonas; temen que se desencadene una gran tragedia, este lugar es temido por todos. Sí. La adorable criatura lo olió por todas partes. ¡Ya déjalo! Simonías. La adorable criatura de ojos azules y de mirada tierna maulló y se acostó a ronronear. Era muy grande y fuerte, pero más tierno que un Lilomontez  de esos que abundaban por allí. Él se acercó a la Lila menuda y dijo ¿Crees que podríamos intentar la travesía de subir, un poco hacia la montaña del sol? Ella miró con suavidad y dijo lo creo, aún es temprano y los dientes me castañeaban y nadie notara mi presencia hasta el atardecer. Si creo, que podríamos subir. La criatura adorable se levantó de un salto muy aperezado y dijo. Yo no me iré, prefiero quedarme aquí, con este maloliente olor azufrado del votan que ir a lo desconocido. Muy bien, entonces te quedas. Y por cierto no es votan es volcán ¡Ja!  ¡Ja!  ¡Ja!  rieron juntos y la adorable criatura, que no podía estar un minuto sin su ama, salió detrás observándola de lejos, deteniéndose cuando ella se detenía; esperándola si era necesario, su cara era tan tierna ¿Ya lo dije? Bueno ni modo. Lilomontez los veían avanzar y se escondían temerosos, la adorable criatura permanecía alerta. 

En el sector 41 se escucha una vocería atroz; un hombre levanta  potente la voz, por encima de la gritería, queridos hermanos, así como en el pasado, el hombre fue a la luna y muchísimo tiempos después ocurrió que las revueltas,  en todo el orbe de la tierra; destruyeran su superficie y todo lo que respiraba ; esta se contaminó en su atmósfera y ahora que hemos visto esas naves, en forma de cigarro, vemos como se nos presentan unidos los sucesos del pasado, con los a actuales hechos; no podemos permitir, que la aristocrática familia de los Liliputienses pudientes, no nos dejen ; ni siquiera beber de la fuente cristalina, para subsanar nuestras heridas, nuestro humanidad necesita recomponerse, para que todos tengamos la posibilidad de tener los mismos privilegios. Una vez que acabó la guerra y la destrucción de la superficie de la tierra, llegaron aquí por las cuevas de los antepasados y nos sorprendieron, invadiendo nuestro nuevo mundo y ahora sectorizaran el terreno más abonado de repollos y granillas y semillas de toda especie; para ellos solamente. ¡No es justo! ¡No es justo! ¡No es justo! A coro gritaron los hombres marginados en el submundo a donde las armas poderosas y la fuerza bruta de los serviles a los poderosos y los tales Eskolnors  tan brutales, los habían arrinconado robándoles su sustento y sus vidas. Y así, como en el pasado han marginado a vuestros padres, hermanos, hijas, en fin; continúa diciendo el hombre de la potente voz, y de apariencia mendigante, ya que las barbas largas lo hacían verse así; pero llevaba un traje satinado de luces, que no contrastaba con el ambiente y los otros hombres. Así mismo ahora, quieren hacer con nosotros, hasta hundirnos en el lodazal. Otro hombre interrumpió, yo conozco otra entrada secreta, la gruta prohibida, la del volcán Éufrates. ¡Um! Sí, ya hemos escuchado, de esa historia, pero es demasiado peligroso; hablan de un fuego candente que subirá a la superficie y arrasara con todo; tal como hace milenos atrás. No podemos exponer la vida de todos. El barón de gran fuerza en la garganta, gritó haremos una reunión en donde están situadas las cuevas secretas; en donde las antiguas calderas de rejetloc; que tanto daño hicieron y hacen al planeta entero, están situadas, dado que las secuelas, quedaron también hacia adentro de la tierra. Ellos, aunque hablaron de la neutralización del vertimiento de las ARI con CO2 Captado de las emisiones de la chimenea que expulsaba más de 2. 000.000000ppp toneladas, al medio ambiente, no pudieron, en realidad controlar nada y en verdad, solo les interesaban las ganancias millonarias, que esa empresa les proporcionaba. Ahora es menester, que seamos prudentes; aunque les tienen prohibido a las Lilas y Liliputienses aristocráticos venir por acá , nada raro seria, que alguno de ellos, desobedeciera esa orden venida de la cabeza mayor y tiránica que los gobierna en secreto. El terrible Moesmit; venido de las lejanas estrellas, para ello, los Eskolnors le sirven en secreto. Arrastrados por el griterío, los jóvenes se acercaron y escondidos y agazapados entre peñascos, lo alcanzan a escuchar todo. La Simonías  dormilona, embellecida  por las luces mañaneras, se había quedado medio ronroneando. ¡Chito! Simonías nos vas a delatar con tus ronroneos. Varios hombres pasaron cerca de la parte rocosa y estuvieron a punto de descubrirlos; pero el hombre de traje Satinado alzó su cabeza arriba y los detecto; guardó silencio y pensó, por ahora, dejémoslos ir; ellos no nos delataran, quizá sirvan a nuestros planes. No lo sé. Dejémoslos excursiones el mundo de arriba y ya veremos. Simonías olfateo; y en la parte de atrás, estaban varios Lilomonteces, que los seguían; este gruñó amenazante, ellos retrocedieron un poco, pero sus miradas eran tan tiernas; la adorable criatura los miró y se dio cuenta que en caso, de que decidieran atacar, ella no podría con todos; eran demasiados aún para su tamaño; además odiaba pelear. La lila de pausadas y delicadas huellas; le dijo ¡Vamos! Ellos no nos harán nada y pronto subieron más allá de la parte árida. Esta historia continuará en la próxima edición Ja, ja, ja riese la Liliputiense mayor, la que movía los hilos del destino. ¡Jo! ¡Jo! ¡Jo! ¡Ja! ¡Ja! Dijo el viejo liliputiense, el contador de las historias.

 




Una vez que subieron la falda cavernosa y  serpenteada llena de baches y vericuetos,  los  Lilomonteces de ojos tiernos y las Simonías   que  durante   el  trayecto  se   habían  ido   arrimando; los miraban como si ellos fueran su única esperanza; todos  fueron ascendiendo hacía una caverna sin  aparente  salida,  un sonido como de agua los  alertó  al instante ¿Qué será eso se preguntaron? 

Pero una vez estuvieron en la parte árida; después de caminar por rocas arbustos y un montón de malezas,  rastrojos,  descansaron unos segundos y vieron una especie de cueva rocosa, la misma que habían visto desde  lejos;  se adentraron en ella; dado que una oscuridad los inundaba y ya dentro,  se veía arriba en lo más alto una hendija que dejaba introducir una especie de luz amarillosa.  La Lila; a la que llamaremos en esta ocasión Luna nueva;  sintió una  especie de alegría, algo desconocido dentro de sí, una premonición que se guardó para ella.  Y  sí;  algo desconocido y nunca visto   aparecería para ellos.  Se estremeció de nuevo la muchacha Liliputiense;  ensoñando en su interior conocer tan bello  y acogedor lugar;  el exterior, llamado la superficie terrestre. Esto era una gran aventura  para ella; en realidad, no tenía nada que perder,  sus padres había muerto entre el fuego sempiterno  y candente del centro de la tierra.  Ellos entraron  a las cuevas tomando precauciones y se fueron a incursionar por entre acantilados abajo, muy debajo de la superficie,   en donde lenguas rojas y múltiples  subían y bajaban,  pero en el momento en que ellos entraron;  todo se veía tan normal; bueno  al menos,  esa fue la historia que le contó   la tata abuela, antes de morir y solo quedaron ella y Simonías,  ese dulce animalito  que la acompañaba desde que  era niñita. Lo encontró perdido y pequeñito entre unos matorrales con otro hermanito; salvo,  que el otro,  no logró  sobrevivir,  un virus mortal acabó  con su vida.   Nunca habían ido al sector  41. Su tata abuela,  jamás se lo permitió;  son unos revoltosos le decía, y podrías correr peligro; pertenecía ella a las tribus nómadas que recorrían lugares frondosos  y praderas en busca de alimento; frutas y frutos secos; eran Liliputienses  acaudaladas, pero jamás se mezclaron con las gentes de los  demás sectores; quizá para evitar tropiezos en su forma de vida. Peter Estives, miró  a la muchacha; aunque no decía nada, si pensaba preocupado en su padres y le dijo ¿Creo que no llevamos mucho caminando no se a cuántas leguas estamos de abajo y si podremos regresar pronto?  Ahora mira a  todas esas criaturas que nos  siguen,  se ven temerosas  y como si presintieran algo. ¿Tampoco sé,  si abran notado mi  ausencia?

No te preocupes amigo, ya pronto volveremos a bajar; a menos que nos devolvamos por el mismo sendero por el cual subimos; dijo él; mira que pareciera ser,  que está caverna no tiene salida, salvo esa hendija arriba y de la cual se desprende ese extraño sonido. La simonías  estaba cansada; solo quería dormir, su ama al verla la cogió  entre sus brazos,  se sentó  con ella, la acarició y casi  al instante se quedó  dormido,  ronroneando,  las otras Simonías  y  los  Lilomonteces hicieron  lo mismo,  entre miradas tiernas y un poco tristes;  el muchacho les dirigió una mirada,  y  en  sus  palabras iban  como  caricias;  Peter   pensaba;  como  habremos de alimentarlos a todos;   para que no nos ataquen, ella,  por el contrario  sabía que en su momento estos   encontrarían  su alimento, en caso de ser necesario,  al igual que las Simonías. Pero su Simonía a la que llamaremos en este punto Darahat; estaba acostumbrada a otra clase de alimento que la  Lila   le preparaba. Poco  le quedaba en sus alforjas,  siempre  llevaba consigo   algo. Pero ella no pensó  que su aventura tardaría  un poco  más  de lo imaginado.   Uno de los Lilomonteces se acercó meneando su cola  a Peter y lo mismo hicieron otros dos. Mientras los demás miraban desde  su sitio y este los acarició   de un modo muy personal;   sintió que lo  elegían  y le gustó, nunca había tenido contacto con estas criaturas, sus padres, ni los   Eskolnors se lo habrían permitido,   pero  le agradó  muchísimo, y estos movieron su cola  con alegría, hacia miles que no tenían  un amo a quien cuidar y que los cuidara y dado que esté  los tocó , esa fue la señal  para que ellos se sintieran  aceptados   y les brillaron  los ojos, que  como espejos se refractaban   y  luego se  retiraron  a dormir. Descansaron largo rato  y mirando la muchacha  al despertar,  hacia el techo ,  vio   que la  hendija,  parecía ampliarse  hacia los lados; porque una  luz tenue  inundó  de plano la cueva.  Es  decir,  era una penumbra muy clara. Y sin despertar al muchacho,  sigilosa se levantó y tocando las rocas con sus dedos y su alitas que sintió mucho más gruesas y grandes;  es extraño pensó, tocándoselas; pero varios ojos la miraban alertas, con un  dedo les indico; silencio,    se sintió como más pesada. Entonces se dio  cuenta que ya   estaba lista para volar; o al menos para hacer pequeños vuelos; así que se fue elevando con mucho cuidado; mientras las Simonías  y en especial Darahat;  la miraban asombradas; elevase  por entre algunas rocas, con mucho cuidado ascendiendo  en pequeños círculos, en la medida que ascendía,  algo leve acariciaba su cara,  de abajo hacia arriba daba una medida de dos metros de alto. Al llegar a la hendija, miró  hacia afuera, la abertura, era  estrecha pero no lo suficiente como para detenerla; no obstante ni Peter,  ni los Lilomonteces, ni las Simonías cabrían por ahí; exceptuando algunas Simonías pequeñas. El ruido era cada vez más notorio ¿Que será eso  que suena pensó? ¿Conocían el agua ellos? Es probable que sus padres sí; pero ellos no, solamente conocían ciertas sustancias que extraían  de la caña de azúcar y también de algunos cactus recogidos  de diferentes  partes;   unas hojas  gruesas  y verdes que contenían mucha humedad por dentro, para lo cual iban a  zonas lejanas.  Algunas  muy áridas; los mayores sabían cómo prepararlas; venciendo su temor apretó las alas y se introdujo   por el agujero, ayudándose con las manos y los pies, sintió   que una fuerza  la atraía  hacia abajo y eso hizo que se aferrara   aún   más  a las  rocas que rodeaban la abertura;   pero  a medida  que su cabeza salía al otro lado; la luz se hacía más fuerte;  era evidente que aún no era la superficie terrestre como tal, la que ellos  creían que era.  Y si,  era un arroyo, pero que quedaba hacia un lado,  más allá de la abertura, no veía nada más, salvo  la luz amarillosa e intensa; entonces descubrió un camino,  lo  más de hermoso,  de un verde intenso y se dirigió hacia  allá; para estas alturas Darahat;   maullaba, llamando a su ama y los perros aullaban; entonces Peter se despertó   y se dio cuenta de lo que pasaba, llamó  a la Lilo. Pero esta no le respondía, se apresuró  a buscar entre las rocas y se dio cuenta que eran lisas,  no podría subir por ahí; entonces recordó que ella tenía alitas.  Los tres Lilomontes se acercaron a este con delicadeza; el uno era amarillo,  casi de color  pardo,  delineando sombras y el otro era negro,  casi azabache mientras  que el otro era blanco. La Lila. La  luna nueva,  escuchó  el maullido  de su Simonías y se detuvo un poco, pero recordó que buscaba una entrada y vadeó  el camino, hasta darse cuenta que la llevaba de regreso a la caverna, pero por otra entrada; miró  hacia arriba y no vio nada; solo  la intensa luz amarillenta y extraña, volvió a la abertura y descendió,  contando a Peter lo visto y tomando a la simonías para que no se asustara. Todos se tranquilizaron y se dijeron así mismos  esperemos  que salga la luz,   pera ver bien, pues no se ve nada,  arriba está igual; dijo la muchacha, mientras se reacomodaban para descansar los  Lilomonteces aullaron y entonces salieron  a  mirar, dado que escucharon  un ruido, aunque era diferente al otro sonido y vieron algo que les llamó la atención ¿Mira eso es qué?  Peter se quedó  asombrado  y al recordar el libro;  el cobre sagrado, recordó la palabra nave y las imágenes vistas; eso es una nave dijo  a la muchacha; casi  parpadeando,  pero colocó  de nuevo la mirada sobre ese extraño objeto  en forma de cigarro y  este pasó tan cerca de ellos y pareciera ser,  que premeditadamente  se detuvo  unos segundos, para que ellos  pudieran mirar bien.  Vieron que llevaba dentro de su interior,  un enorme animal,  con la cabeza alargada y gruesa; es un tiranosaurio  observó  este. ¿Tiranosaurio y eso que es? Lo  que llevan hay,  y parece que es un  bebe; pronunciaron ambos al mismo tiempo   ¿Cómo lo supiste?  ¡Yyyyy!  ¿Sentiste, escuchaste   lo mismo que yo? Pareciera ser,  que eso nos habló  en la mente,  a los  dos  nos  lo hizo saber,   se dio una comunicación.  Si. Pero fue la  extraña mujer,  que iba en la parte de arriba, maniobrando. Así es ¿Quiénes serán? Extraterrestres dijo él, mejor dicho viajeros  espaciales.  Pensé que todo  eso no era  más que un mito, algo inventado por nuestros antepasados ¿Y a dónde lo viste?  En un libro  llamado Cobre sagrado, lo tiene la clase aristocrática. ¡Haaa!   Ellos dijeron que es un bebe y que por travieso se les escapó y que vinieron a buscarlo; eso significa que los dinosaurios o  tiranosaurios son de origen extraterrestre.   Si.  Mira se nos ha perdido de vista ¿Qué se haría? ¿Oye y aquí porque estará tan oscuro?   ¿No sería mejor que nos devolviéramos  de nuevo por aquí mismo? ¿Ahora  y con esta oscuridad podríamos?   Incluso matarnos.  Dijo la Lilo; además salvo esa luz amarillosa que se ve adentro,  aquí  afuera no se ve nada. ¿Ustedes que opinan?   Dijo Peter dirigiéndose  a la muchachada  de Lilomonteces  y Simonías  que   retrocedieron; los unos  chasqueando los dientes y encogiendo la cola, los otros, los  Simonías  arrinconándose hacia adentro  como si la caverna fuera un  vientre acogedor  Darahat   dijo,  tengo hambre, si no fuera por este mal oliente ser,  yo estaría abajo en mi camita,   al oírla las  otras Simonías emitieron como  sonidos,   maullado. Pero ellas no tenían cama, ni nada de eso.   Es extraño dijo Él y la niña replicó,   lo he notado desde que subimos,  están temerosos  y hasta acobardados.  Ellos que han sido tan retirados y solitarios; si,  pero  es porque no les hemos dado cabida en nuestra vida;  los hemos alejado; eso es lo que dice el libro sagrado. También es por el Votan,  dijo Simonías enfrentando con sus ojos  azules el rostro de Peter. La Lilo dijo Volcán no Votan ¿Qué quieres decir con eso? En eso otra simonía se acercó  con la cola parada,  era pequeña y  parecía una   antigua Leopardo, pero   en miniatura; de inmediato Darahat;   emitió  un ¡Waaas!  Y se arqueó en forma de ataque, pero se abstuvo, dado que la pequeña se tiró  al suelo junto a  su   trompa, juguetona y coqueta, al verla sometida a su autoridad, masculló;  mantente   alejada, ella es mi ama y solo   mía. La pequeña la siguió, mientras que lanzaba una mirada tiernísima a la Lila o la  Luna nueva

 que se sintió conmovida.  ¡Vamos adentro todos!  Esperemos que salga la luz

y ya veremos.   Ven   Darahat   voy  a darte de comer,  de ese  modo se desató  las alforjas que llevaba amarradas a la  cintura y preparó  comida para todos,  incluyendo los  Lilomonteces que se alegraron  de ello, pero la pequeña mantuvo sé cerca de la Lila    y de  la enorme  Darahat;   pese a la cara malacarosa de esta.   De igual forma los tres Lilomonteces durmieron  cerca del muchacho.   Al despertar tenían la sensación de haber dormido largo, larguísimo tiempo;  la luz  amarillosa  se había convertido en un luz brillante que lo abarcaba todo dentro de la cueva; no obstante,  al asomarse al camino por el cual habían  ascendido  la  oscuridad  se había hecho penumbra; el Lemuriano estaba conturbado,  insisto  en que regresemos por este mismo camino; estos cambios de luces,  no me gustan  son extraños  ¿Cómo no nos dimos cuenta mientras ascendíamos? Ni yo;  estoy  de acuerdo,  dijo ella,  además, la comida se nos ha agotado y solo me queda un resto para un día y una noche  de la comida de Darahat;    que ya es la de todos.  ¿Entonces qué hacemos?  ¡Uff!  Mira  me salen gotas de la cara dijo  el muchacho y yo;  siento    algo    recorrerme  debajo de las alas,   déjame ver, si es agua y además hace calor;   los faunos asesan o maúllan  y los  Lilomonteces jadean. ¿Cómo sabes qué es eso que dijiste?  Tuve la fortuna al ser  hijo de la aristocracia de  leer muchas cosas; y  de tener acceso  al Cobre sagrado.  ¿Y cómo aprendiste? Tuve  muchos  aristócratas que me enseñaron,  entre ellos mis padres;  en tanto iba creciendo;  según tengo entendido,  el horario aquí debe ser diferente el de abajo ¿Que propones  que hagamos?  Preguntó  el joven  Lemuriano; ayer cuando subí,  vi ese líquido  del que hablas, acostado entre la tierra;  podría calmar la sed  de todos; creo que hay una salida dentro de la cueva; ¡Todos vamos a buscarla entre  la pared rocosa!   ¡Alto!  Debemos tratar de no  separarnos,   al menor  signo de peligro  gritamos.  Vamos por grupos,  ustedes  vayan con Él y  conmigo vienen  Darahat la pequeña y  ustedes.  Al fin  la pequeña traviesa emitió  unos agudos sonidos,  llamando y la Lila fue presurosa a socorrerla, pero La Simonías pequeña  se sentó  a mirarla  y luego  le indicó,  que la siguiera , parando su cola  y menando el rabo, mientras miraba hacia atrás; para que la siguieran;  iba pinchada, orgullosa de ser la primera,  en encontrar algo y con eso,  se ganaría el amor de la Lila; en efecto ; entre la paredes había una entrada enorme y   una cortina de agua se abría  del otro lado y una naturaleza exuberante y  de árboles enanos,  se destacó  ante sus ojos   ¡Peter!  ¡Peter! Exclamó  la Lila  ¡Extraño ser!   Vengan gritó   Darahat; cuando él  llego se quedó alelado y  dijo y no solo es eso,  dentro de la caverna que es enorme, y que  se extiende a lo ancho y  a lo largo;  hay una nave,  la más   de extraña ¿Parecida a la que vimos ayer? No es diferente ¡YYYYYWoauuuu!  ¿Y eso qué  es?   ¡Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!  Emitieron estos sonidos admirados los Lilomonteces,  llamados así; porque permanecían  ausentes de las ciudades subterráneas,  entre  las rocas y cerca de  piedras laderas;  además nadie les permitía  que se arrimaran a  buscar refugio cerca; por eso vieron en la Lila y en el Lemuriano,  la posibilidad de  ayuda,  para  encontrar algo bueno, algo nuevo. Sabían que algo malo iba a pasar en el mundo subterráneo.   Eran sobrevivientes de la antigua tierra, con un instinto muy desarrollado; pero habían  dejado de ser carnívoros,  hacía mucho tiempo que  se alimentaban  de frutas y  frutos secos; de ahí que no fueran  hostiles  con sus ahora amos ni  con las otras criaturas, de igual forma  los   Simonías  se alimentaban de yerbas, muchas yerbas, semillas y granos.   Se adentraron un poco más y dos cortinas de agua descendían hacia  un acantilado; del lado que estaban antes,  solo se veía una y estaban   rodeadas  de una planicie selvática,  de un  color verde intenso, que  era  bellísimo.  Peter  estaba encantado; los  tres Lilomontes  lo rodeaban y los  otros,  se mantenían  un poco atrás; miró  hacia arriba , pero no había cielo,  sino unas  piedras  lisas, como pegadas hacia la parte externa ; Iban avanzando un poco más,  cuando   se  tropezaron  con un hombre de barba, un extraño encantador, podría decirse  así  y les dijo  ¡Deténganse niños!  Estos miraron asustados esas    vestimentas  que les  resultaban extrañas    y hasta  extravagantes;  se asombraron de  un  todo y por un todo, abriendo y cerrando la pequeña boca  o agujero,    cuyos labios sedientos,   como gusanos imberbes se abrieron;  hasta tal grado  de    causar hilaridad  en   el hombre, que   se contiene por conmiseración;  y  les dijo;  no teman  amigos, estas ropas  son vestiduras  normales y  son de la antigua tierra ; yo soy un viajero espacial;  conocedor de los mundos y se cómo vestían  algunas personas antaño. En tanto ellos cerraban sus agujeros  y  abrían sus  párpados, cerrándolos al tiempo, sin entender nada, de nada;  lo que  sí tenían por seguro  es que era el mismo hombre,  que vestía un traje de luces  y que frenética la multitud aplaudía, pero ahora se veía tan distinto. ¡Vengan  muchachos!   Les dijo,  síganme  y estos fueron detrás, dado que algo les decía,  en su interior caparazón,  que no temieran;  a sus espaldas los Lilomonteces o  perros de ojos tristes  y tiernos  los seguían,  como alertas por lo que pudiera pasar;   acostumbrados  a dormir en las laderas, conservaban  su gentil amor por los humanos, pero también su instinto de  reacción ante el peligro , viniese de donde viniese  y reaccionaban  con prontitud; al  ver al hombre  los Lilomonteces mostraron sus colmillos y los  Simonías,  se arquearon quedando todos a la expectativa, pero al ver que los chicos  los miraban haciendo un gesto de confianza con sus manos los siguieron también; mientras caminaban  y la Lilo dando vuelos bajos. Hacia allí,  vengan todos,  dijo el hombre, después de caminar una media hora,  por entre un verdor exquisito,  parecía una cueva, pero no lo era; era una entrada de forma  circular que quedaba en la parte de atrás de la cascada; muy oculta,   cuyo interior resaltaba por unas luces brillantes,   que se tornaban acogedoras,  en la medida que ellos se introducían, incluyendo  Simonías  y  Lilomonteces  que miraban todo  aterrados y sorprendidos; Peter  actuaba de un modo  precavido, ante tanta maravilla, alerta para  ver si  lo leído,  también abarcaba este asunto; el muchacho vestía ropas  de color, delgadas  y como un enterizo que caía  hacia atrás  en  forma de una especie de túnica, pero pegada a su cuerpo,  ni muy ancha,  ni muy sujeta, más bien era una tela que se adaptaba al movimiento del  cuerpo; sus moléculas eran súper sensibles, tanto es así, que podría decirse,  que  el cerebro  las movía,  de un modo natural, casi como una segunda piel, y   unas sandalias muy cómodas,  hechas de fibra de madera de pino,  combinada con cuero de tiranosaurios muertos;  no vestía,  ni llevaba nada más.  El piso parecía ser metálico, pero de un metal amable,  nada ruidoso, tampoco era frio,  ni  mostraba  ser  áspero, al contrario,  estaba como hecho  de una lámina muy delgada,  que hacia simetría con el peso  corporal y según la materia establecida;  porque se amoldaba,  dando abrigo o  despejando el aire,  según la temperatura de los mismos.  Parecía estar hecho  de una materia muy adaptable y hasta querible. Tableros luminosos  se hallaban en el fondo   y una cantidad de botones  y como palancas; eran cosas nuevas y  extrañas; algunos tenían la forma de  esos aparatos,  que  en la antigua tierra se llamaban celulares;  siéntense en donde les plazca, si así lo desean;  en el piso hay asientos, aunque no se vean; esta vez con desconfianza,  Peter accedió y de hecho,  todos se echaron, al hacerlo sintieron algo blando, abollado, muy cómodo  y pudieron sujetarse  como  a unas barandas, de un material distinto al de piso,  suave y fino,   estaban cansados, más   que todo  con sed y hambre; entonces el hombre les dijo;  no temáis, soy amigo; de inmediato apretó un botón  y apareció  una mesa como hecha de vidrio delgado,  pero muy pulido  y   con manjares suculentos encima  y según el deseo de cada uno,  bebieron , comieron saciando  su hambre y  su sed ,  pasta, frutos secos, variedad de verduras frescas,  pepinos, yerbas y granos. Naranja y mango  para algunos  Lilomonteces;  leche y miel  para los muchachos y para algunas Simonías. Darahat, era grande,  pero no demasiado y comparada con la otra Simonías pequeña,   daba como una talla media. Estaba siempre al lado de su ama,  aunque le gustaba ausentarse,  ocultarse para dormir.  Ellos se habían quedado dormidos,  después de semejante desayuno;   el calor había cesado un poco,  la Lilo, despertó  y al hacerlo  muchos ojos la miraban,  rodeándola  con ternura, con cariño, afecto como dando inicio a una amistad incondicional; la pequeña estaba cerca, siendo  observada por Darahat, que estaba  gruñona, muy celosa, aunque optó  por aceptarla, solo hasta cierto punto.   ¡Ven!  Le dijo la niña de alas  y esta se arqueó  maullando orgullosa ¿Cómo te llamas? Esta  melosa contesto, con un agudo sonido de haaaiiii. Te llamaré Airam; esta acepto, besando la nariz y las mejillas de la Lilomontez.  Los ojos azules de Darahat,  miraban intensos y tristes, pero ella se levantó  y acudió a besarla y acariciarla.   Eso la tranquilizo. El hombre reapareció,   ahora  imberbe  y de  un rostro   humano, de boca pequeña; siendo la cabeza  un poco más grande  en la parte  de arriba; sus ojos signaban  una mirada  tranquila; eran estos los que mostraban la realidad de sus  zonas emocionales; al igual  que  la raza humana; en apariencia   parecían  naturales.

En esos  momentos Peter abrió  los ojos   y se incorporó al instante, reaccionado instintivamente,  ante la extrañeza de lo desconocido; no todo lo  que veía estaba escrito en el libro sagrado;  algunos Lilomonteces que aún no habían despertado,  lo hicieron  también  y sus tres más allegados estiraron  su tronco, como desperezándose; de  inmediato apareció  una especie de puerta, como hecha de  acero, pero tan blanda, que no manifestaba dureza  alguna,  todos entendieron de qué se trataba y los más urgidos acudieron de inmediato, incluido Peter; los  demás miraban asombrados; al entrar este,  vio que se trataba de un  material,  que lo absorbía todo,  transformándolo y pulverizándolo,   para   luego  expulsarlo hacia  afuera , mediante una  muy fina y delgada manguerita;  ya    sin olor alguno y   convertido en carbón vegetal, sin causar daño al medio que los rodeaba. El papel era de una textura muy suave muy raro  al tacto y de un color  blancuzco.  No había necesidad de usar agua, ni nada; varias mangueritas, surgían de diferentes partes;  que dependiendo del uso que se les diera, se podían utilizar.   Este salió  diciendo ¡Que extraño es todo  en esta cueva!   ¿O es una nave cierto? Tú  lo has dicho muchacho;  quiero regresar al mundo subterráneo; ahora es imposible ¿Qué? Acaso pretende impedírnoslo; usted  era el que estaba arengando a la población  más paupérrima del sector 41; ha cambiado su aspecto, desde que lo vimos. Ahora tiene un traje casi oscuro, de rayas  azules; bueno,  siéntate para que podamos hablar; no quiero, deseo  bajar de inmediato.  Aunque  quisieras hacerlo ya, en este instante no podrías  ¿Y sabes porque? No  y no me interesa; al decir esto,  se arrojó  hacia lo que  él creía  que era la entrada; los  demás estaban a la expectativa; de inmediato el hombre levantó  una de  sus  manos  en dirección al muchacho y  algo,  como una energía azul,  salió de allí y pegó  en la cara de este, que sintió como una brisa suave acariciarlo; trayendo calma a su ser. Entonces musitó  está bien,  lo escucharé.  Siéntense todos. Los Lilomontes,  que habían estado aullando y en algarabía,  cesaron su bulla; no conviene que hagan mucho ruido esta nave esta oculta a los ojos de los Eskolnors;  si ellos

saben  de su existencia,  la destruirán al instante, junto con nosotros  adentro; son servidores del terrible Moesmit; Peter abrió la boca; pero el hombre levantó  la mano en señal  de silencio;  este hombre es en realidad  un tirano venido  de lejanas galaxias; que solo llegó   a  saquear lo poco  que  quedó dentro de ese mundo subterráneo ;   ya lo han saqueado casi todo, la clase aristocrática, al igual que tus padres supongo;  piensan  que esos tesoros,  esmeraldas, piedras  preciosas,  están guardados en algún lugar; en esta tierra que ahora solo es esto; sucedió un acontecimiento terrible, se dio  una explosión impresionante que afecto  la galaxia  y  después de la grande explosión;   algunos extraterrestres, que ya habían  venido antes, incursionaron,  con el fin de ampliar sus mundos  y gobernar en todo  el universo, estableciendo   sus  reglas   opresoras ; pero Moesmit; el más cruel  entre todos los crueles , venido de un  planeta  maligno,  acabó  con todos ellos y los que quedaron se retiraron,  replegándose a sus mundos. Este juró  conquistar, territorial izar, dominar,  lo más que pudiera  entre las galaxias; menos mal,  que el universo es inabarcable y difieren estas en   billones  años luz,  unas de otras; dependiendo del lugar en que se hallen situadas;  no obstante ahora  Moesmit;  ha estado a punto de descubrir el gran  secreto del universo;  tiene científicos a cargo, trabajando en esto, aún no lo ha hecho;   sino  quizá,  hasta lo hubiera logrado ; además pronto va a esclavizar a los  hombres de abajo,  para llevarlos a su  planeta,  en donde trabajaran, en condiciones  inhumanas   hasta morir; construyendo un imperio  faraónico,  cuya cabeza ya se podrán imagina r quien  es;  yo estoy aquí  solo,  en esta tierra y no soy el hombre de abajo; ese es mi hermano  planetario; quiere  salvar a los pocos humanos  que hay,  pero escogió el camino  equivocado, dado que nadie podrá derrotar a ese  Moesmit.   Ellos tienen armas muy poderosas que podrían dañar todo alrededor; son catastróficos y no sienten piedad alguna; sus naves son enormes y demasiado potentes,  están por todas partes;  tienen una base militar arriba, he estado esperando la oportunidad de salir de acá; dado que pronto esto se convertirá en un infierno, antes de que   el volcán   de fuego, que ha estado en ebullición constante explote.  ¿Gran secreto?   Dijo la  Liliputiense.  Si.  Repuso el hombre; pero de eso hablaremos  luego.  ¿Bueno y qué  paso con la tierra? Mis hermanos y yo hicimos lo posible por salvar esta humanidad, trajimos mensajes de paz, de amor, de solidaridad; en fin, y hasta transportamos en nuestras naves  a muchos humanos  a nuestro mundo;  cuando esta,  se estaba comenzando a desintegrar,  pero lo que realmente paso,  fue que un planeta maligno de gran tamaño; se atravesó  en el rumbo de la tierra,  causando una destrucción  inmensa;  golpeándola;   la tierra al ser golpeada  por este, salió,  fuera de su órbita, sumergiéndose  en una oscuridad total; todo se descolgó del cielo y el fuego ardió y con este,  casi todo lo que existía. Incluso  vuestro satélite  lunar  voló, arrojado a un espacio sin fin.  Peter indagó  ¿Pero no fue que se la tragó  un agujero negro? Eso lo leí  en el  libro sagrado; no hijo no; y tampoco fue un asteroide; que abundan,  ahí afuera, algunos enormes, de una masa  y peso impresionante.

Te lo repito 

En el principio y en el comienzo de los tiempos  y que eran  a su vez, el fin de los mismos. Los mundos coalicionaron   y se formaron otros mundos. Se desprendieron gemas del cielo;  las estrellas cayeron;  se destruyeron por completo, algunos  planetas como la tierra,  se convirtieron en estrellas errantes y otras en  súper nova; pero una tierra nueva,  había surgido justo,  en el momento en que la agonizante,  hacia su recorrido por  las  esferas  oscuras;   y de la séptima esencia del conocimiento,  surgió un nuevo   mundo;  nuestro planeta está ahora allá  y  así fue,  como en el principio, fue, el fin de los tiempos;   tal como los conocía la raza humana; que estaba  infectada  de  cúmulos negros y grises en sus  mentes y  en sus almas.  Los mundos  todos, en la primera y segunda esfera del conocimiento   coalicionaron, dado que estaban unidos por lo que se conocía como moléculas  infinitesimales  de  la materia , y  de carácter  continuo    y si un mundo,  se movía,  el otro también lo hacía,  dado que eran inseparables, solo la energía del  omnipotente  podía detenerlos,   tejerlos  o destejerlos; dado que su supremacía conocía  la esfera perfecta de las cosas; la forma geométrica simple  y demasiado compleja en su diversidad,  ya  que esta,  había surgido de la yema de sus dedos y  por eso,  su armadura era  impenetrable. Además su poder es sobre todo espíritu  y materia,  de la calidad, clase  y proporción que esta sea.  Él la creo.  Solo él y su bien amado hijo,  tenían la llave de la vida y con ellos,  las muchedumbres que estaban escritas en el gran libro de los cielos; es decir, aquellos que creyeron en la grandeza del omnipotente, siendo fieles a él. Él se llevó  a los suyos,  fundando  así,  un nuevo y único tiempo.   Si. Y  solo después de esa tremenda coalición, después de varias decenas, de decenas  de tiempo;   algunos de los hombres, volvieron a surgir de entre las cuevas, en donde se hallaban escondidos.   Y entonces ellos,  tomaron la espada; espada contra espada, cual si volvieran a vivir una vez más,  el Armagedón;   queriendo territorial izar,  lo que había quedado después de la coalición. Antes de que el viejo planeta se deslizara  por una   oscuridad   y fuera atacado  por ese planeta maligno, y grande   que  lo lanzó  a un transitar  fuera de su órbita y galaxia,   por una  vía láctea diferente; yo que  estuve en la tierra, en esos momentos,  me di cuenta de todo.  No todos los humanos  eran malos, pero la mayoría eran  crueles, ambiciosos e injustos  y a pesar de que se veían  señales  diferentes, de que algo no andaba bien, no les importaba nada; seguían asesinado injustamente, violando niños,    mujeres,  horrores sin fin; y con una economía  cada vez peor, generando hambrunas; la ciencia en sus  descubrimientos tecnológicos,  y de toda índole, no media las consecuencia de  sus actos irresponsables ; se escuchaban unos enormes ruidos  arriba en la atmósfera, provenientes de fuertes vientos,  que los científicos, calificaban  como algo normal. Lo llamaban el efecto moto, que era algo así como el encuentro de los vientos allá arriba.   Sin embargo en mis doscientos  años de existencia,  jamás los había escuchado; no al menos,  en la atmósfera de la tierra;    eso parecía que arriba,  en el cielo hubiera,  una  granizada  o tal vez,  como que,  algo  se estuviera descarrilando o como si una nave enorme pasara por ahí;  posiblemente eran  los Eskolnors    transitando la atmósfera de la  tierra  ¿Qué podría ser eso? Sin embargo, también se podría suponer,  que algunos científicos, no de la tierra; sino de otras galaxias muy lejanas,  estuvieran haciendo  experimentos; que cambiarían para siempre el sentido de la vida.  Pero ese,  apenas era el comienzo del fin, que se fue  dando paulatinamente durante algunos  ocho mil años  después e incluso podría haber sido  muchísimo menos. Aparte  de eso,   la tierra en su transitar, muchos así lo creían; en ese entonces , que   iba a ser    tragada por un agujero negro;  cuyo recorrido  abría  las perspectivas a  una  nueva tierra,  un nuevo sol; porque en ese entonces,   ya estaba predicho  o profetizado  que las  estrellas se  caerían  como higos; tal como el anunciador, lo había anunciado  en la palabra divina.  Y  lo que paso, en el tiempo que tenía que suceder y que solo Él lo sabía,  fue  lo que les dije; y  la tierra es ahora mismo,  un planeta    errante,  y que está siendo devorado  por una galaxia muy extraña y  esférica con un aura  muy poderosa. En ese  comienzo del fin;  arengados por la oscuridad de algún tirano,  todos peleaban  por lo mismo, para lo mismo, matándose los unos con los otros; lucharon aguerridamente, brutalmente;  conocían    solo la ley del más fuerte. ¿Y para qué?   Para nada, ya que nada consiguieron con eso, más que solo  muerte,  dolor y destrucción  y  así fue,  en la primera fase de la  información somera  de los mundos y después de que   Él,  había creado. Re-creado  el principio de las cosas; ya  en otra dimensión celeste;  ya no  la del  mero conocimiento;  sino de la sabiduría, que no es apariencia, sino que  es sempiterna – eterna, eternal. En donde solo el reino de la luz permanece.  En donde hay un sol cálido, amoroso y constructivo   e indestructible por los siglos de los siglos. Ese es Dios.  En esos momentos la   Lilomontez se refirió  al suceso visto, a la entrada de la cueva;   todos la  miraron y   ella,  relató   lo siguiente al hombre; cuando subíamos,  vimos  lo que  parecía,  era una especie de nave,  en forma alargada y  se alcanzaba a ver adentro, como  de un  cristal,  demasiado fino, una especie de animal ¿Qué  será eso?  Gritamos  asombrados; era un animal de una cola larga; de una cabeza alargada y gruesa; parecía ser un bebe prehistórico. Entonces mi amigo Peter  recordó,  cuando era más chico, su padre lo llevó al palacio de la supremacía y mientras  ellos estaba entretenidos  en un  consejo de mayores,  aburrido de no encontrar con quien jugar; tomó  el libro  sagrado y allí en una lámina,  estaba  estampado   ese animal; era quizá un  tiranosaurio  o un  dinosaurio;  si un dinosaurio, repuso el hombre. Ellos al igual que estos últimos,  creemos  fueron puestos aquí,  en estos parajes terrícolas.   Ella  continúo;  la máquina  parecía haberlo absorbido de algún lugar y luego se alejó en forma de espiral.  Si,  como les digo extraterrestres,  han estado viniendo a la tierra,  casi desde el principio evolutivo de este mundo,  de la humanidad.  Antes de que el viejo planeta se deslizara  por un  vacío  sin fin y fuera atacado  por ese planeta maligno, y grande   que  lo lanzó  a un transitar en el espacio, sin fin, por una  vía láctea diferente; yo estuve en la tierra.  No todos los humanos  eran malos, pero la mayoría eran  crueles, ambiciosos e injustos  y a pesar de que se veían  señales  diferentes, de que algo no andaba bien, no les importaba nada; seguían asesinado injustamente, violando niños   mujeres, en fin,  horrores sin fin; y  se escuchaban unos enormes ruidos  arriba en la atmósfera,  que los científicos, calificaban  como algo normal. Lo llamaban el efecto moto, que era algo así como el encuentro de los vientos allá arriba. Sin embargo parecía   como si una nave enorme pasara por ahí;  transitando la atmósfera de la  tierra  ¿Qué podría ser eso? Sin embargo, es posible  también que algunos científicos, no de la tierra; sino de otras galaxias muy lejanas estuvieran haciendo  experimentos; que cambiarían para siempre el sentido de la vida.  O incluso podría haber sido  el Omnipotente,  pasando su mano sobre la tierra. Aparte de esa situación extraña, existían  además  lugares,  donde la robotica había avanzado  más de la cuenta  y la tierra no se había quedado atrás en eso. Al principio  la robótica servía  para ayudar a los humanos, por decir  algo,  los robots,  algunos eran muy  útiles y  servían a las necesidades del humano, no obstante otros más  de avanzada,  tenían  tantísima información,   que se fueron convirtiendo en una amenaza ;  en una marca bestial. Fueron tiempos muy difíciles para la humanidad  y su planeta, incluso hasta para el universo entero. Algunos  pensaban que   la tierra en su transitar,  había sido  tragada por un agujero negro,  cuyo recorrido  abría  las perspectivas a  una  nueva tierra,  un nuevo sol; porque en ese entonces,  las estrellas se  cayeron como higos; tal como el anunciador , lo había anunciado  en la palabra divina.   Muy  bien;  dijo Peter  Estives,  ahora que he crecido enormemente con tanta información y conociendo  que abajo todo va  a explotar ¿Podríamos bajar ahora?   Estamos fregados  ¿Acaso  no escuchaste  lo que  dijo?  Que este  es un planeta errante, que está siendo devorado,  por una estrella extraña.  Total no me interesa arriesgarme a bajar allá;  yo si iré  por mis padres y salvaré  a los que más pueda; en ese caso te acompaño; estamos juntos en esto amigo.   Muy bien amigos,  yo no los puedo acompañar,  soy un anciano y pronto  moriré; estos lo miran asombrados ¿Qué? No lo parecía,  pero no tenían  tiempo que perder.  Hijos, no pueden bajar por donde subieron, ya que sin ustedes darse cuenta,  ascendieron muchos kilómetros arriba y están a una  diferencia  de casi un mes ¿Qué? Volvieron a gritar y de otro lado,  los Eskolnors que se están preparando para abandonar el planeta,  los  podrían  descubrir  y destruir  ¿Entonces cómo haremos?  Yo tengo la manera  ¿Cuál acaso en esta nave? No.  Pero si desde esta nave; hijos es demasiado tarde para mí, ya no pude regresar a mi amado  planeta ;  porque al cambiar el orden de  todo, ya que una partícula,  puede trastocarlo lo demás; también todas las galaxias se movieron y  se cerró la puerta,  que me llevaba hasta allá, y como se situó  dentro de  otra galaxia,  habría que  hacer otro mapa; y  tardaría quizá más de la cuenta , es difícil mantener  una  mano  firme  sobre un  universo  que está en constante cambio y transformación;  eso por un lado  y lo otro, es  el movimiento de la luz;  bien no hay  tiempo que perder;  vengan conmigo; voy a traspasarles mi conocimiento, ya que es posible que se pierda, ¿Están de acuerdo? El muchacho,  dudo;  pero  Luna nueva  apresuró, sí.  Yo veo en usted,  un  ser bueno;  haremos lo que nos  diga; por acá entonces;   los Lilomontes, los  Darahat, y  la adorable criatura,   los siguieron; ustedes esperen aquí afuera, desde ahí,  podrán verlo  todo; confíen en mí, les dijo;  además ustedes son mi única esperanza, quizá logren llevarme a mi planeta; de inmediato  los sentó dentro de una enorme esfera de cristal y de igual modo,  él se introdujo  allí; la  Darahat,  gritó  asustada  y la pequeña,  busca un lugar alto,  para  mirarlo todo, la Lilomontez; las tranquiliza;  estaremos bien,  ya lo verán.  Entonces  el hombre les colocó unos cascos hechos  de un cristal muy transparente,   del cual surgieron, una especie de plaquetas  muy  suaves,  y   a continuación  se colocó  también   un casco , de una contextura  igual , pero muy  firme ;  del cual brotaron como unos  brazos que se acercaron,  hasta las frentes de ellos y entonces  una energía  de colores, marcada con un azul celeste,  brotó  de este,  hacia sus  cabezas ; no dolía nada, pero en la medida,  que las moléculas de información,  llegaba a ellos,  sentían a sus cuerpos vibrar intenso,  vieron todo  lo acontecido y  conocieron más,  acerca de esta  raza civilizada  y muy avanzada  y  la  forma  o manera  de regresar  al planeta,  de la séptima galaxia;  que antes había estado en la quinta esfera,  de las galaxias superiores; y las diferencias  entre ser un  viajero espacial y un extraterrestre. Unos minutos  antes de terminar, el hombre  movió  sus manos y dio  la orden a todos los Lilomontez  y a las  Simonías;  se abrieron las puertas automáticamente   y todo allí,  se llenó  de esa energía de colores,  blanco azul, que llegó  a ellos también. Todos  vibraron al unisonó. Aunque claro,  la información más valiosa  se la llevaron los  muchachos.  Luego. Después de eso,  tuvieron que ayudar al hombre a sentarse en un sillón cósmico, hecho de plaquetas de materia sensorial. ¡Vamos!  No hay tiempo que perder.  ¿Ustedes entendieron que solo les di la información técnica y de ingeniería física? ¿La manera de poder buscar  y llegar a mi  planeta y  las bases del conocimiento?   Más  ahora,  ustedes tienen que  estudiar arduamente así;  como lo hizo nuestra raza; somos  humanos evolucionados. ¡Eso es lo que somos!   ¡Si claro que sí!  Pónganse los cinturones; el hombre apenas  si podía hablar; y ya ellos lo habían  colocado , desplazando  mediante un mecanismo,  la camilla para que quedara  al frente,  también de la pantalla y con una especie de botón grande  en la mano;   de inmediato se colocaron unos cinturones plateados   y de un metal,  lo más de extraño; pero flexible,  con varios botones  pequeños  y brillantes ,  que hacían el papel de Suiche de encendido o apagado según fuera el caso; se sentaron frente a una pantalla  y vieron que ya todo estaba,  monitoreado hay afuera; así supieron como el hombre los  detecto;  aquí mira,  bajaremos al pie de la zona 48  y tu iras por tus padres; mientras yo hablaré  con  el arengador.  Y luego en esa misma zona,  nos encontramos; de surgir algún imprevisto,  cada uno regresara solo y por su cuenta, podemos  traer  el peso,  de hasta diez  personas.  Luego del encendido de la  pantalla, que era mediana,  se situaron dentro de un punto azul,  y también de cristal; la adorable criatura se retiró   a mirar  a su ama; sabía que ella,  no la llevaría, no la expondría  y esta se devolvió a abrazarla mucho, la pequeña en cambio, la siguió con la cola parada; pero ella le dijo;  quédate aquí y cuiden la nave y al hombre; estén pendientes y espérennos, pronto volveremos; la pequeña hizo ¡haaaaa! Con un sonido agudo.  De inmediato el cristal se cerró; y estos bajaron en un santiamén.  

 Alo lejos se escuchó  una gritería  terrible ; los  Eskolnors  estaban  repeliendo a unos hombres; aún no disparaban ; porque sabían que quizá,  una chispa aceleraría la explosión del votan; perdón del volcán; pero este expulsaba humo gris y chispas de fuego,  dada  su cercanía, aunque no mucho,  con las calderas o placas tectónicas   de la tierra; el terrible  Moesmit;  ya había dado la orden  de salir   y de tomar  los  hombres   que quedaban  para esclavizarlos ; y a los que se rebelaran matarlos ; la mayor parte del oro  y demás,  ya estaban en sus  naves arriba en la superficie.   Esto ya había  sido previamente planeado.   Luna nueva buscó   con la mirada y vio, ella vio al hombre de las vestiduras satinadas;  gritando con  muchos   hombres; y ya estaban  cerca de la entrada; y algunas Lilas revoloteaban por ahí; ya  no eran Lilas voladoras,  sino Lilas tormentosas;  atormentadas,  llenas de miedo  era que estaban.   De  inmediato  la niña,  la  Luna nueva,  se acercó  al hombre  de vestido satinado,  que gritaba con furia ; tuvo que revolotear varias veces, cerca de su cara ;  hasta que este se dignó mirarla; mira,  no hay tiempo que perder , el volcán va a  explotar  y nada consigues,  llevando estos hombres a una horrible  muerte.  Los Eskolnors,  tienen  armas muy poderosas,  y lo sabes,  como para derrotarlos.  ¡Ven para acá  muchachita!   ¿Y cómo está mi hermano? Pronto morirá; pues  lo siento mucho en verdad;  pero  yo  prefiero morir enfebrecido en m i lucha; antes que caer de rodillas,  ante estos monstruos espaciales;   incluso,    antes que morir de viejo;   también moriré  pronto; si no me matan estos  ¿Pero y ellos? Los van  a asesinar  de todos modos; van a morir; porque el volcán ya está expulsando fuego ; con mayor  razón,  dijo él;  avísales a todos, no, no lo  haré ; antes muerto que morir indignamente, aún  puedes salvar te, te transportaremos a la nave, yo también puedo hacerlo solo,  si quisiera;  mejor vete pronto;  si quieres salvar Lilas; aunque ya se te adelantaron , mira y señaló arriba; ¡Wooo!  Son naves en forma de cigarros y las estas absorbiendo; ante la imposibilidad de transar con el hombre ella se apresuró; pero en esos  momentos  un transbordador espacial,  bajo,  acercándose a los  hombres; ¡Ay!  Son nuestros  hermanos  cósmicos; nuestra raza; gritó  el hombre, al instante, al sonido de su voz,  tan conocida para los arengados; estos se detuvieron y voltearon a mirar  ¡Vengan!  ¡Vengan pronto!   El volcán va a explotar; entonces los  Eskolnors; apuntaron sus armas; pero en lo  sorpresivo de la situación,   algunos de  ellos,  se enfrentaron cuerpo a cuerpo con estos y entre varios terminaron quitándoles las armas por el furor; otros se devolvieron y fueron llevados a la nave madre,  que estaba arriba y ya, Moesmit;  el cobarde había huido ¡Se fue  nos ha abandonado!   Alertó  un Eskolnors;   entonces fueron presa fácil de los hombres; el de vestido satinado, que antes arengaba  por una revuelta, conmovido,  por la llegada de sus  hermanos planetarios; gritó. ¡Alto!  No los maten déjenlos ahí. Pero a muchos,  no les importó y los asesinaron vilmente entre varios;  metiéndose  a la ciudad;   mientras eso sucedía,  la Luna nueva, se había ido  en busca de Lilas, pero ya no  las encontró, fue a su hábitat,  su abuela,  también había muerto y ella,  era la última de los  Lilomontes;  recogió algunas cosas; cuando vio a una Simonías temblorosa y  asustada; ven le dijo; pero esta huyó , así que decidió buscarla; volviéndola  a  ver, pero cuando trató de cogerla de nuevo, se le volvió  a escapar;  a sabiendas de que perdía mucho tiempo,  optó  por elevarse, pero cuando miró  abajo,  la Simonías la seguía,  ocultándose entre rocas y algunas plantas,  entonces,  dio la vuelta y bajó  precipitadamente,  agarrándola; fue a la ciudad  y prácticamente,  muchas estructuras importantes estaban   en ruinas,  los hombres  que  no quisieron escuchar la voz del hombre de vestido satinado; y que  estaban llenos de furia  y de rabia;  la habían  destruido en el combate con los  Eskolnors; que  ya habían disparado algunas armas destruyendo muchas cosas.  Llamó  al muchacho, lo buscó  por todas partes,  no  conocía la ciudad y pensó debe de haber subido ya; no se preocupó por los hombres de afuera,   dado que vio que el espacial;  los exhortaba a subirse a las naves, Y que pronto fueron más;  junto con algunas mujeres y hasta niños.   Pero el mundo subterráneo, la tierra  era demasiado grande y  de seguro,  toda ella  estaba poblada. Eso era lo más probable;  imposible buscarlos a todos,  sabía que en otros lugares, sobrevivirán a esta situación.  Buscó más Lilomontes  y Simonías y por más que miró, no vio  más; exceptuando uno,  que estaba echado, resignado a su suerte,  era bastante  desconfiando y salvaje y tuvo que  agarrarlo de la parte de atrás de la cabeza; para poder alzarlo,  luego se dio cuenta, que solo tenía miedo el pobre.  De modo que se decidió   buscar al muchacho, que para este momento llamaremos rodadnufpatriot; pero no lo vio; entonces decidió oprimir un botón de su cinturón y al segundo,  ya estaba en la nave  ¿Y Rodadnufpatriot? No ha llegado; pensé  que estaba contigo; no; ¡Por Dios! Voy a buscarlo y de inmediato bajo; no sin antes dejar a las dos Simonias en manos del hombre; que de inmediato las acarició; abajo la mayoría,  habían  sido transportados,  exceptuando los que estaban,  aún enceguecidos y las naves,  ya no podían  estar  más ahí; la lucha era a muerte. Alzándose por entre cabezas y lo más alto que pudiera  gritaba,  llamando al muchacho, bajo y vio  el edificio  de la clase aristocrática,  que apenas si podía sostenerse  en pie; en tanto el volcán ya  botaba lava; entró  por una ventana a tiempo,  para ver al joven  Lémur, con un Eskolnor alto; solo logró  escuchar  y ver las últimas palabras y escena; Muchacho ¿Tu? Si y donde estabas; es una larga historia;  ¿Mis padres en dónde están? El Eskolnor,   bajo la cabeza;   lo siento mucho hijo,  todos están muertos; no debí haberlos dejado;  no  es tu culpa; cierto,  ellos  te buscaron, pero de alguna manera,  se enteraron de la verdad  y reclamaron al tirano Mohesmit  y los  Eskolnor   los asesinaron; ven,  te los  mostraré   ¿Dónde están? En la sala central; en  eso,  algunos Eskolnor  de manera exabructa, irrumpieron;   tenemos aquí un aristócrata  y de inmediato,  alzaron las  armas,  que ya traían en las manos; estas  también  eran graduables, ya  iban a lanzarlas  contra  el muchacho, pero el Eskolnor amigo, lanzó su rayo;  interponiéndose entre ellos y el joven;   no obstante del  lado opuesto también lanzaron; entonces el  Eskolnor  amigo  quedó  herido,  los otros dos  murieron.   ¡Vamos te  llevaré   a la nave!  No muchacho, no hay caso,  estas armas queman todo  por dentro consumiéndolo  ¡Vete!  ¡Vete por favor!  ¡Sálvate tú!  Al decir esto el Eskolnor entregó  algo al joven; lo guardé  para ti; y  murió   casi en los brazos  de este; entonces La Liliputiense entró ¡Ya lo oíste vamos!   No.   Tengo  que ver a mis padres ¡Vete!   Voy a la sala central; pero hasta  allá,  ella lo siguió;  entonces vieron  el macabro  asesinato,  todos estaban  por el suelo y sus  padres también, juntos agarrados de una mano ; lloró  y  lloró; ella lo  espero en silencio,  aunque no dejaba de mirar hacia afuera;  el volcán expulsaba lava,  cada vez más de prisa; movió  el botón encendiéndolo y  agarrando al Lémuriano, pero no le respondió  ¿Qué pasa? También este   oprimió el  suyo y no respondió;  entonces ella,  lo agarró  de los brazos,   justo cuando  un rio de lava,  llegaba hasta  donde ellos; no obstante el Lemuriano  pesaba bastante,  comparado con el peso de la pequeña Liliputiense,  aunque  hizo  todo  lo  posible por alzarlo;  hasta que este  se le resbaló  y justo cuando iba a caer  a un metro  casi ,  de la lava; el cinturón lo elevo y  ambos fueron  transportados.

 

Una vez  dentro de la nave; el hombre de la camilla sensorial; les dijo  ¡Miren! Una de las  naves  de nuestros hermanos cósmicos;  hace rato  que está emitiendo señales de apagado y de encendido; ellos nos van a guiar a nuestro planeta; tenemos que seguirlos;  dijo la muchacha y de inmediato ambos se sentaron  al frente del monitor  y la cara del otro espacial apareció; tenemos que irnos,  deberán hacer lo que nosotros les indiquemos,  estos miraron al de la camilla y este  asintió con la cabeza;  entonces lentamente la nave comenzó a surgir de entre las

rocas en donde se hallaba oculta,  Rodadnufpatriot tomó  uno de los tableros y de repente dijo ¡Wooo!  Miren es esa nave,  en forma alargada,  en forma de cigarro,  según lo vi, en el libro sagrado, que por cierto,  aquí lo llevo; el único Eskolnors  amigo,  me lo tenía guardado;  que nave tan poderosa; avanza más rápido de lo imaginado;  así es,  ya se desapareció en un santiamén; aquí se la ve; es  un punto cada vez más lejano;  esos,    están viniendo,  desde el origen mismo de nuestra galaxia, respondió el hombre,  al otro lado del monitor; es decir desde la otra nave amiga  ¿Hacia dónde nos dirigimos? Vamos a la nave madre y  marchamos,  hacia la quinta dimensión;  deberemos hacer ese paso,  llevando en ondas elípticas al planeta   tierra, de modo que  pueda reintegrase a un eje primordial, donde quede sujeto por partículas inseparables del eje de Andrómeda, que ya está fusionada,  con la vía láctea, en el tiempo y en el espacio distinto a esta hora, esta fecha, este día.  Y así la  alejaremos   de esa estrella devoradora.  Gradúa la nave de la siguiente manera; debes hacer que gire en forma circular;   pon en el tablero, un circulo dentro de otro circulo; pero que formen una esfera elíptica  & un triángulo% más un numero de kilometraje espacial indefinido; podría ser un millón por tiempo y espacio condicionado a la materia oscura & masa= peso =  curvatura de la luz, gravedad   por encima de cero.  Uno. Velocidad de la luz media, alta.  Temperatura acondicionada al cambio espacial, variable, base promedio cinco.  Es la manera,  en que nuestra tecnología nos permite hacerlo y según el movimiento de las esferas planetarias; que como verán,  giran en perfecta armonía y  que al parecer están hechas, entre  muchas cosas,  de unas partículas,  que las hace girar de forma inseparable; sin llegar a juntarse; manteniendo las distancias, es como si fueran un cuerpo, llevado por un cerebro perfecto. Llevando siempre una misma dirección,  y de forma espiral;  esta máquina es ligera y se adapta muy bien a esos  movimientos;  iremos por el lado de los polos; miren allá ¿Están viendo?  Iremos  al norte;  de donde estamos situados; es el  norte;   lo vemos allá  al frente;  se elevaron con la rapidez de un rayo de luz y siguiendo la curvatura de esta; iremos,  según el paso de la luz; no en la dirección contraria de esta,  como lo han hechos,  los de la nave cónica;  los ojos de todos,  incluida la  del hombre  que estaba en la camilla sensorial; brillaban,  la pequeña Simonías,  con  la cola parada, mostrando su rabo,  se restregaba a los pies  de la Luna nueva; como diciéndole lo orgullosa que estaba de ella y  a su vez ,  haciendo una especie de  intercambio de vibraciones  y luego buscó  un lugar alto; no quería perderse de nada; y a medida que avanzaban;   sus bocas estaban abiertas, como un agujero negro; llenas  de asombro, de sorpresa;  no podían parar de mirar  tanto prodigio;  la  Simonías-Darahat; la adorable criatura; cuyo silencio es ahora notorio,   estaba al pie de su ama,  acurrucada,   ronroneando y contenta ¡Feliz!  ¡Total! Su ama  era todo lo que quería, lo demás no importaba. No obstante,  la aventura  apenas comenzaba.  Sentían  todos un loco palpitar dentro de   sus  corazones, un susto terrible,  los agobiaba, al mismo tiempo que emociones nuevas y extrañas se apoderaban de sus  cuerpos  y almas; algunas  Simonías; no sabían dónde esconderse;  sobre todo,  las dos últimas. Miraban, maullaban, se escondían,  sacaban la cabeza; en fin,  que el susto era tremendo, pero poco a poco,  sus cerebros se fueron acondicionando a  un nuevo estar y  ser.  La  niña dijo;  que bella es la tierra ¡Mírenla! ¿Morirán  sus habitantes?  No  lo creo,  dijo el  hombre de la camilla, hecha de partículas sensoriales;   nuestros  hermanos cósmicos,  han realizado una tecnología,  capaz  de alejar a la estrella; han logrado graduar el átomo,  y  todos sus componentes; las partículas y  algunos elementos  de la energía nuclear, de un modo inteligente; sin dañar nada,  ni a nadie; utilizan  incluso la misma energía radiactiva  de la  estrella,   para desviarla; ellos hablaban y se entendían  ahora,   con la mente;  y la han estado liberando; tal como te lo dijo mi hermano planetario; de  tal modo,  que la tierra ahora va quedando libre y haremos que llegue a la  quinta dimensión ¿Pero cómo?  Ellos han generado una serie de explosiones en torno a la estrella; sin afectar al planeta.  Lo   están  haciendo entrar a la quinta dimensión;  ya te  lo dije; nosotros vamos para la misma galaxia,   llamada la vía láctea; dentro de la cual  estamos;  pero en otra dimensión ¿Qué? Si. Sabemos cómo entrar,  siguiendo la velocidad  de la luz y curvándonos,  como ella,   a su vez,   rompiendo barreras,  mediante  partículas acumuladas dentro  y fuera del sonido de la luz; que han sido  atrapadas, y colocadas  dentro de un expulsor,  de hondas magnéticas y caloríficas, así   lograremos entrar a un lugar, una galaxia  donde existen o hay  un conjunto de estrellas y   de planetas hermosos; sabiamente distribuidos,  de igual forma como lo estaban   en la antigua vía láctea,  en donde la tierra y planetas aledaños,  giraban en torno a su  sol, de una manera realmente coordinada  ¡Miren!  Allá  esta la nave madre,  iremos a hablar con el anciano estelar  más avezado en años y en conocimiento, su nombre es C-3 O-  N-  0- C- E -O-D- Un nombre difícil y  raro;  pensaron  ambos; así es, pronto lo conocerán. ¿Está el ahí? Si. Y  está especialmente interesado,  en guiar a la tierra a una nueva dimensión del ser y del hacer. Las compuertas de la nave madre se abrieron;  y todos entraron,  incluso transportaron al anciano de la camilla sensorial adentro de la  extraña nave; que también era alargada y que parecía sacada de un mundo,  definitivamente raro, por dentro era fría ; no obstante había unas zonas cálidas y secas;  entre  ellos hablaron mucho rato,  con el pensamiento; y en esos momentos,  los muchachos y sus nuevos amigos que eran bastantes,  exploran las zonas,  que les fueron permitidas; muchas compuertas se cerraron,  para ellos;  dado que eran zonas  bastante radiactivas, algunas parecían flotar en un vacío.  Sin embargo,  antes de entrar, tuvieron que pasar por una cabina en forma triangular, de cuya parte superior,   salió una nube en forma de  un gas blanco;   que los irradió, desinfectándolos. No obstante, un sonido  de alarma,  llegó  a la mente de Luna nueva y  de nuestro antiguo Lemuriano; que acudieron asustados; pronto un hombre estelar, pero diferente a los otros; que ya conocían, dado que  la cabeza era un poco  más pequeña, digamos,  que  una cabeza  humana normal;  pero con mucho brillo de inteligencia en la mirada; su boca pequeña; y su tez,  daba tonalidades diferentes;  los guío  a un especie de sala; en donde todo

 parecía flotar serenamente y en forma esférica, aunque había toda una geometría básica,  dibujada en todas las figuras, formas,  modos o maneras; que no obstante,  al observar  con más atención;  se iba haciendo más difícil de comprender,  en la medida que se la miraba;  signos aritméticos y matemáticos muy avanzados, estaban trazados  en su interior ¡Siéntense!  Ordenó  el anciano con amabilidad y dulzura; estaba de espaldas, se dieron segundos de silencio,  que parecieron mucho;  pero la silla  u objeto que lo  sostenía,  giró de forma lenta y suave  y pronto quedaron de frente; el anciano los contempló un ratito; solo que a ellos les pareció demasiado;   tanto que se pusieron nerviosos; entonces, con la mente les  dijo; mis queridos hijos,  mis hermanos menores,  no tengan miedo;  acérquense a mí;  sin dudarlo avanzaron a este;  dada,  las vibraciones que se sentían;  los abrazo largo, haciéndolos sentir muy bien y muy amados  y luego,  movió  los dedos, extendiéndolos y  dos extraños objetos, casi ingrávidos,  se acercaron  a ellos.  Entendieron de que se trataba y se sentaron; se sentía cómodo; sintiendo su inquietud,  les  dijo; tengo 300 años luz; que en el tiempo de la antigua tierra, no existe; mis otros hermanos de especie avanzada; han vivido menos que yo,  dado, que he desarrollado más que ellos,  los límites de mi  espíritu, cerebro y  mente;  explorando zonas muy subterráneas  en mí; pero mi cerebro  y ser,  están  por completo  al servicio de Dios y de la vida y no sé,  hasta cuando pueda  o quiera vivir,  o mi  omnipotente creador me quiera. He estudiado varias áreas,  de la ciencia y actualmente enseño a los míos. Sé que ya están enterados de que en el pasado; hizo una pausa; ustedes ahora están en  algún lugar del futuro cercano y a fin a los terrícolas. Un enorme planeta… ¿Qué tan grande? La mitad más grande casi,  del peso y masa de la tierra, entró  en la vía láctea, causando conmoción y desestabilizándolo todo;  la tierra  y su satélite volaron a una oscuridad tenaz. La luna tornase  roja,  debido a esa terrible explosión,  que fue causa de  la desintegración del planeta, allá en el espacio, en esas oscuridades sin fin,  la tierra ha sido empujada,   por un cuerpo a ocupar un espacio diferente, al que habitualmente transitaba;  en sus  movimientos de translación y de rotación; hacia un lugar peligroso,  ocupado por otros  planetas  y va  entrando  en un abismo espacial , y sé hunde lejos de su órbita y eso es lo que hace, que la tierra y por ende sus habitantes, en su mayoría mueran, ese fue  el fin del mundo, el fuego prendió todo, la tierra se hundió, es decir no  solo el planeta, como tal , en el abismo espacial, sino  la tierra adentro,  que por los movimientos bruscos, se deshace, se hunde o se vacía, destruyendo la  vida; o sea se desintegra . Los mares causaron marejadas impresionantes; de eso,  ni hablar. Fue terrible.  Si ese enorme y maligno planeta, no hubiera entrado en la órbita terrestre;  igual los moradores de la   tierra,  no tenían en esos  momentos un futuro ¿Porque? Buena pregunta; son tantísimas cosas,  por ejemplo, las grandes potencias y los gobiernos y sus malas decisiones, tiranías, la explotación del hombre por el hombre, la crueldad  en sus corazones,   el cambio climático, la degradación medio ambiental y humana, la pandemias, los virus y enfermedades;  algunas como consecuencia, de los malos experimentos científicos , sin ética, ni moral  y solo  al servicio, de algunas crueles y   despiadadas mentes o  cabezas,    que estaban al  frente de esas  potencias. Cerebros, que se consideraban  así mismo Dios, sin serlo.  Eso por un lado y del otro, la inteligencia artificial, algunos avanzaron tanto en el tiempo  y en el espacio,  que solo querían dominar; todo eso,  fue causa  de hambrunas y mucho más, pero no todos padecieron; o si lo hicieron  fue, para la gloria de aquel, que los creo; entonces Él,  se llevó  a los suyos ¿Cómo es el secreto de su creación?  Uuko, nadie lo sabe;  nadie sabe eso, ni podrá, exceptuando,  los que se hicieron merecedores  de reinar  con el hijo; pero  su grandeza  es tan maravillosa  y omnipotente , omnipresente ; que entre más estudio, el origen del universo,  más me sorprende;  está en todo,  incluso, en lo  que algunos, llaman  la evolución;  tanto en lo pequeño, como en lo grande, hasta en la expansión del universo ¡Bástenos!  Por ejemplo,  mirar el movimiento de las esferas,  unidas a una sola galaxia  y a su  vez estas interactuando; la  individualidad o particularidad, de  todos los cuerpos;  la cantidad de tiempo espacio,  en cada uno  de ellos; cosas  innumerables e innombrables; por ejemplo, su creación por medio de la geometría básica, hasta las distintas formas de esta, sus formas  en espiral  y la coordinación  de sus  movimientos,  en todo lo creado y   el universo;   y  ni que decir,  de  la manera,  en  cómo  lleva  a la  historia humana,  que es lineal,  al sucederse,  al  realizarse  en la vida  particular y general  de  sus criaturas.  Él enseña   y muestra  en el tiempo de  su hacer. En su  ser y hacer;  ha superado  toda barrera  de imperfección ; solo Él  y solo él,  pudo alcanzar  los estadios  de la esfera, el circulo  geométrico perfecto, él es la esfera perfecta y los ciclos no repetitivos de las cosas,  sobrepasando su eternidad  misma.  Y así, de ese modo,  permanecerá eternamente. El creo su propio espíritu,  él es el triángulo perfecto,  de su esfera perpetua, su ser y  su hacer mismo, está  compuesto por Él , que es el padre hacedor,  creador, por el hijo redentor y por el espíritu  santo; juntos en el  cuadrado perfecto, indisoluble, inamovible,  pero distintos en su individualidad, únicos  en su estructura ; es Él,   la estrella más resplandeciente de todo  el universo, es junto con su pueblo;  la estrella de la mañana,  que relumbra total y absoluta. Es el  nuevo génesis,  gestador de mundos y de cosas. ¿Les inquieta eso? Se los diré; es realmente una bendición, que seres como nosotros estuviéramos aquí en el universo; los  alienígenas podrían venir  de diferentes  lugares, años luz, hasta  incluso de nuestra propia galaxia u otras cercanas; no  obstante, así como  en la tierra,  habían y los hay  en cada tierra primitiva; seres que se levantan queriendo ser Dios; así mismo en el  infinito espacio,  pueden  haber alienígenas dominantes y expansionistas, crueles, como el terrible Moesmit  y sus demonios,  que aún no han  mostrado su cara y que ya tiene esclavos dominados y maltratados al máximo; así mismo,  deben haber otras razas en el espacio,  y acerca de la nave en forma de cigarro, creo que han estado viniendo hace  mucho, incluso puede ser,  que tenían bases  en la tierra; no todas las naves son iguales; las hay esféricas también. Algunas triangulares; pero si los de esa  nave,  fueran malos,  creo que ya hace bastante hubieran exterminado a los humanos; no obstante,  no hay que confiar,  creemos  que podrían  existir  razas  de científicos,  también fríos  y calculadores, sin ética. Como quiera que sea;   los humanos,  solo deberían poner su mirada en Dios.  Yo por ejemplo estoy maravillado, asombrado de ver las estructuras tan imponentes de su grandeza.  En esos momentos otro hombre,  entro,  y le dijo venerable anciano ya es hora;

entonces dentro de la misma habitación, abríose  otra compuerta y fueron trasladados; parecía ser la cabina principal,  de donde se veía todo afuera;   pero estaba cubierta por varias capas finísimas,  allí estaban todos los Lilomontez y los Simonías acomodados e inquietos,  por la ausencia de los  dos jóvenes. La Simonías Darahat, se apresuró  a acomodarse junto   de su ama y  la pequeña lo observaba todo,  con sus grandes ojos,  bien abiertos,  y absortos, desde un lugar alto y no era,  que la consentida, no mirase;   lo hacía, claro que sí;  con sus enormes ojos azules, solo que,  desde el regazo de la antigua Liliputiense; los  dos voltearon a verlos a todos;  encontrándose, sus miradas, expresando en estas, la franqueza de un  amor incondicional. Pronto vieron salir varias naves, casi  en forma de  sombrero;   de la parte trasera de la nave madre  y  deslizándose  por ambos costados, que maniobraban con rapidez, dirigiéndose hacia una estrella,  que se veía muy  potente, a su alrededor,  una especie de nube calorífica,  irradiaba destellos rojizos, naranja,  amarillo, azafranado  y con hilillos  azules.  Eran  las mismas,  que los habían trasladado  a esa nave madre y vieron la imponencia una vez más,   del universo, la belleza de  la  tierra; entonces las naves, que se movían en forma elíptica,  unas veces y otras alargadas, formando como estelas verticales y horizontales;  expulsaron al mismo tiempo; tal como si estuvieran fumigando,  enormes cantidades de algo,  que parecía un gas  ¿Qué expulsan es un gas? Para nada, es materia comprimida y sónica,  contenida en  propulsores muy fríos, pero a la vez graduados a una temperatura media y alta, que al mezclarse con las hondas radiactivas  y gravitacionales de la estrella producen varias explosiones,  en varias escalas, al mismo tiempo, que la hacen  retirarse,  de la cercanía con la tierra y otras naves,   giraban alrededor de la tierra. De repente,  todo pareció quedarse en silencio,  no se escuchaba nada y temieron los muchachos por sus vidas; el anciano dijo,  aléjense con rapidez y ordenó  regresen,  es hora;  deslizando sus dedos,  señaló a unos hombres  que llevaban trajes,  que parecían  espaciales y cascos,  que subieran una  mano de la palanca opuesta al tablero, para que la  deslizaran hacia arriba;  en dirección contraria; de pronto todo  volvió a  la normalidad  y las naves pudieron regresar ¡Uff! ¿Que fue eso? Eso  era,  la zona del silencio;  un vacío infinitesimal, que por poco,  nos atrapa, es aterrador,  quien  cae  allí, no regresa jamás o quien sabe  a qué años luz, queda atrapado. ¡Muy bien!   Dijo el anciano,  apretando unos  botones de color infrarrojo; el tablero estaba más o menos,  con estas figuras dibujadas,  arriba un  triángulo bien definido y en la parte baja,  un circulo,  más una estrella o un sol muy brillante y luego un cuadrado.  El número cinco y el número siete; destino medio,  la quinta dimensión; destino final, la séptima dimensión. El joven miró  a la Luna nueva; apretó,  su mano y le sonrió; gracias amiga,  por salvarme la vida. El anciano sonrió; el hombre de la camilla sensorial,  lanzó  una mirada  de gratitud  al anciano; su hermano estaba junto a él.  El anciano miró  a la niña; que ya no lo era tanto; has estado,  entre las fases del tiempo  medio, entre la luz y la oscuridad y  pronto dejaras de ser el reflejo de la Luna y tú,  dirigió  la mirada al muchacho; serás en el tiempo y en el espacio correspondiente;  el  anciano que soy.   Sé que irán a combatir al terrible Mohesmit, con el conocimiento debido.  De esa forma,  ustedes se han convertido  a una nueva humanidad.

 

 

Fase final

 

 La nave madre se deslizó,  pasando por entre estelas de mundos y penetraron como en una especie de telaraña,  que rodeaba a lo que parecían  unos planetas; disminuyendo velocidad; dado que todo  comenzó a sentirse más lento.  

 Las señales que se ven en el cielo, son siete lunas doradas, espectaculares.  ¡Por Dios! Gritaron los muchachos; La Luna nueva,  se puso de pie,  expectante; miró  al hombre de la camilla y le dijo ¿Es este  tu mundo?  El hombre,  asintió con la cabeza, y le sonrió  de  modo,  que en sus facciones,  se dibujaron  montoncitos de líneas de la felicidad y al instante,  ceso  su respiración; sus ojos permanecieron abiertos,  como presas del asombro. Se ha dormido;  dijo su hermano,  y cerró   los párpados del hombre; de ese modo,  entraron en  la séptima dimensión del conocimiento y del pensamiento.

¡Qué Maravilla gritó  la Daraht!    ¡Imaiiaaauuu!; gritó  la pequeña.


De Fin 

 

   ©Beatriz Elena Morales Estrada. Reseñada y registrada.